El Jesús Gómez es el técnico de Nueva Ciudadanía del Servicio de Acción Social de El Prat de Llobregat. Con él hablamos sobre el tipo de acogida que hace la ciudad de El Prat a las personas migradas y cómo se trabaja por la inclusión social.
¿Podrías explicarnos por qué se creó el servicio de Nueva Ciudadanía y qué función hace actualmente?, ¿en qué se focaliza?
El Servicio de Nueva Ciudadanía se creó en 2005 y a partir de este momento se han ido desarrollando diversos dispositivos de acogida dirigidos a las personas migradas y refugiadas. También se ha organizado una programación de actividades de sensibilización sobre migraciones e interculturalidad y un espacio de participación de las entidades que es la Mesa para una nueva ciudadanía.
¿Cuál es el porcentaje de las personas migradas en El Prat y de qué países provienen?
El porcentaje de personas extranjeras es de aproximadamente un 10%. Si consideramos a todas las personas nacidas fuera de España (con nacionalidad española o extranjera) se acerca al 15%. Los principales países de origen de éstas son Marruecos, Colombia, Chile, China y el Perú.
Algunas de las personas que participan en los proyectos de Saó son inmigrantes, pero la mayoría son personas nacidas en El Prat con padres y madres que migraron de sus países y llegaron a la ciudad hace años. ¿Por qué seguimos diciendo que un niño o niña nacido en El Prat y que ha crecido aquí, es inmigrante?
La sociedad debe reconocer la diversidad como un hecho propio y positivo y debemos dejar de utilizar el concepto inmigrante de forma genérica. A todos los jóvenes que han crecido aquí se les debe dejar de preguntar de dónde están y reconocerlos plenamente como catalanes.
Creo que falta que el reconocimiento positivo de la diversidad se haga en todos los ámbitos, principalmente aquellos que tienen mayor impacto en la percepción de lo que somos como sociedad, como los medios de comunicación, la política y el mundo de la cultura.

Como entidad, conocemos las dificultades que se encuentran estas personas para poder acceder a una vivienda, formación o contrato laboral. ¿Cuáles son las expectativas, obstáculos y retos que se encuentra una persona recién llegada? ¿Y una persona migrada?
Las personas migradas se encuentran inmersas en una carrera de obstáculos desde el momento en que llegan. El principal problema es por la mayoría la falta de permiso de residencia y trabajo, lo que dificulta el acceso al trabajo regular ya las prestaciones sociales.
El acceso a la vivienda también es un problema muy grave. Los precios de los alquileres son muy elevados para todos, pero las personas migradas sin residencia no pueden alquilar de forma regular ni acceder a ninguna ayuda pública. Los primeros años del proceso migratorio son realmente difíciles y las expectativas que tenían antes de llegar raramente se alcanzan.
Las mujeres migradas son uno de los colectivos más discriminado y con mayor falta de oportunidades y son las que tienen más cargas familiares. Pese a esta situación, son muy resilientes. ¿Cuál es el conocimiento que tiene de esta realidad desde NC y qué respuesta/programas da?
Las mujeres migradas sufren una discriminación múltiple por el hecho de ser mujeres, migradas, de clase trabajadora ya eso también se añade la discriminación que sufren las mujeres que llevan velo islámico o por el color de la piel.
Desde nuestro servicio tenemos un programa específico de atención a mujeres migradas. Recientemente, hemos realizado talleres de conocimiento del entorno para mujeres magrebíes y paquistaníes y también tenemos un proyecto en el que participan mujeres chinas.
En los actos alrededor del pasado 8 de marzo hemos promovido que las mujeres migradas participaran con una pancarta propia en la manifestación del conjunto del movimiento feminista de El Prat. Esta experiencia ha sido muy enriquecedora, ja que las mujeres migradas se han podido expresar desde sus propias identidades diversas en una actividad reivindicativa con el conjunto de mujeres.

En SaóPrat trabajamos por la inclusión social y garantizar los derechos de todas las personas. ¿Es El Prat una ciudad acogedora?
En términos generales, la ciudad de El Prat es una ciudad acogedora. Existe una red muy densa de servicios municipales y de las entidades que cubre muchas de las necesidades que tienen las personas migradas a su llegada.
Sin embargo, hay necesidades que por factores legales no podemos resolver y que corresponde hacerlo a otras administraciones, como el tema de la vivienda y también el acceso al trabajo regular.
¿Cómo trabaja para favorecer la aceptación de la diversidad cultural entre la ciudadanía y evitar actitudes discriminatorias y de racismo, si las hay?
En los últimos años, nos hemos centrado mucho en hacer sensibilización a favor de la interculturalidad con los jóvenes. Hemos realizado cientos de talleres sobre diversidad cultural por alumnado de primaria y también talleres antirumores en los institutos y AMPA/AFA.
En este sentido, queda mucho trabajo por hacer porque desgraciadamente en nuestra sociedad hay actitudes racistas y xenófobas, aunque no se expresen de forma explícita. Creo que este tema debe ser un eje central de trabajo en los próximos años.
¿Cómo consideras que será la convivencia entre la ciudadanía de El Prat en los próximos años? ¿Vamos hacia una ciudad (y ciudades, por lo general) inclusivas? ¿Se plantean políticas públicas para conseguirlo?
Creo que en los temas de convivencia afectan a muchos factores. Uno de ellos es la pobreza y la exclusión social. Esto dependerá no solo de las políticas locales, sino de la situación del mercado laboral, por lo general. En El Prat se trabaja desde hace años de forma muy coordinada desde varios departamentos y también con la participación de las policías en seguimiento de la convivencia en la ciudad.
El Ayuntamiento de El Prat se caracteriza históricamente por tener unas líneas de trabajo muy inclusivas. Tener el objetivo de no dejar a nadie sin protección es una fortaleza de nuestra ciudad. Varios estudios indican que El Prat es de los municipios medios con menos desigualdad y mayor inversión social por habitante.
El reto para los próximos años es adaptarse a los cambios y afrontar los retos que tenemos como el envejecimiento de la población, la acogida de población migrada o los cambios en el mundo laboral.
Articles relacionats


